Aunque en algunas ocasiones, se utilizan los términos indistintamente, un enjuague bucal y colutorios existen ciertas diferencias. Si bien un colutorio es un líquido para la higiene bucal, se usa para desinfectar las encías y dientes y prevenir enfermedades como la gingivitis, piorrea y estomatitis.
Debemos tener claro que, sí, van por la misma línea, pero un colutorio no es lo mismo que un enjuague bucal, aunque a la hora de comprarlos parecen lo mismo.
Las verdaderas diferencias
El colutorio es una solución acuosa con mayor densidad que el enjuague bucal. Es más espeso y puede aplicarse con un pincel para los dientes. La finalidad es poder untarlo justo en el lugar de la afección, donde está el flemón, la llaga o donde hay síntomas de infección. Así es posible aplicar una pequeña cantidad en el diente donde aparecerá gingivitis si no se trata.
Por su parte, el enjuague bucal es un preparado líquido que suele utilizarse después de cepillarse los dientes durante un minuto aproximadamente, para completar la limpieza bucal. Sin embargo, su utilidad va mucho más allá. Dependiendo de qué tipo se trate y de su composición (clorhexidina, sales de zinc o fluoruros, por ejemplo), podrá servir para:
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Controla y reduce la placa bacteriana.
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Mantiene a raya las caries.
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Ayuda a pacientes con enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis.
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Limpia con mayor profundidad cualquier rincón de la boca y sobre todo las zonas más complicadas donde cuesta acceder con el cepillo de dientes o el hilo dental.
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Tiene efecto cicatrizante.
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Mejora la halitosis o mal aliento.
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Beneficioso si existe sensibilidad dental o dientes sensibles.
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Efecto antiséptico antes o después de una cirugía.
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Acción antifúngica para que no proliferen hongos en la boca.
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Durante la gestación es un cuidado eficaz para mujeres que padecen vómitos y náuseas.
Según la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) un enjuague bucal es un vehículo de transporte de un determinado producto que puede producir sensación de frescor en la boca, quitar manchas, reforzar el esmalte, controlar la placa, reducir la sensibilidad dental o eliminar las bacterias presentes en la boca responsables de las enfermedades periodontales, caries y mal aliento. Por lo tanto, antes de comprar un determinado enjuague debemos preguntarnos cuál es el fin para el que está destinado y consultarlo con el dentista.
Asimismo, se recomienda el uso de colutorios por su acción antibacteriana y anti fúngica en situaciones puntuales como:
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Ante una cirugía periodontal
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Ante una enfermedad (periodontitis o gingivitis)
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Para prevenir la aparición de caries
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Para tratar lesiones en la mucosa oral
Otra de las diferencias entre los colutorios y los enjuagues bucales es que, en los primeros, el alcohol está presente en una proporción superior al 20%, mientras que los enjuagues no cuentan con este compuesto entre sus ingredientes.
Indistintamente, ambos se utilizan para disminuir el número de bacterias presentes en la boca y para el tratamiento de distintas patologías.
Hay que dejar muy claro que nunca van a poder reemplazar a la pasta y el cepillo, sino que son de uso específico y ayudan a reforzar el cepillado, como complemento. Por lo tanto, son prescindibles en la higiene diaria, al contrario que el cepillo de dientes, que es indispensable después de cada comida.
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